Es un edificio románico de líneas sencillas, baja altura, sillares regulares y planta alargada, con las bóvedas del ábside y de la nave de perfil apuntado. Todo ello nos enmarca el edificio a mediados del siglo XII. En 1686 se construyó la capilla de la fachada de mediodía que tenía una gemela en la pared norte, como se puede apreciar en el paramento interior. Asimismo, en el siglo XVII se rehace el campanario de espadaña de dos ojos y se abre un óculo descentrado.

Lo más destacable del edificio lo encontramos escondido en el montante derecho de la puerta, donde está grabado, con una factura sencilla y primitiva, el busto de un hombre con los brazos y manos levantadas en actitud de orar.