En el dintel de la puerta se puede leer la fecha 1775, momento en el que el edificio románico fue modificado de manera importante, conservando de ese momento la fachada norte y oeste con un paramento que indicaría un edificio de la primera mitad del siglo XII.

En la pared norte se conserva el ángulo que formaba la nave con el ábside antiguo y, muy cerca, un sillar con una cabeza humana esculpida reaprovechada de algún elemento arquitectónico desaparecido. En el siglo XVIII el ábside fue sustituido por uno de planta cuadrada, a la nave se le añadieron capillas laterales y una bóveda apuntada con linterna central, y se abrió la puerta a la fachada de poniente. La nave y el ábside conservan pinturas murales de cronología indeterminada.

En la pared de mediodía encontramos el campanario de torre cuadrada que como el resto fue modificado al aumentar su altura y cegar las ventanas. Entre éste y la fachada de poniente, en el ángulo suroeste, se encuentran los restos de una edificación que conserva una puerta tapiada de factura medieval que formaría parte de una estructura anterior.