Es un edificio de una sola nave con tres capillas laterales, que conserva un ábside de tradición románica, muy rehecho. El edificio primitivo fue muy modificado en el siglo XVII, como indica la fecha de la puerta de entrada abierta a poniente, 1652. En el siglo XVIII, el abad de Cuixà, Josep de Reard (1772-91) hizo construir el campanario, una torre cuadrada de dos pisos, por lo que aparece su escudo en la cara septentrional del mismo.

En el interior, la nave está cubierta con bóveda apuntada a diferencia del ábside que es de medio punto y conserva la pica bautismal a la derecha de la entrada. Está hecha de un solo bloque de caliza roja propia de la zona. Tiene forma de crisol con un borde engrosado. Descansa sobre una columnita de aspecto rústico. Al lado y empotrada en la pared cerrada con una portezuela de madera, se encuentra la pica del aceite; rectangular y de piedra caliza.